Prisionera de su pasado. Shirley Wonders.

Carol Stone sólo tenía quince años cuando hizo su primera experiencia en el mundo de las drogas duras. «¿Tienes miedo de enviciarte?», le preguntó Stanley, el amigo en quien Carol confiaba ciegamente. «Oye, nena, la droga la tomas y la dejas a voluntad, ¿me entiendes?» No pasó mucho tiempo, sin embargo, antes de que Carol se encontrara atrapada en una red macabra, de la que parecía imposible zafarse. Para comprar heroína necesitaba mucho dinero, y para obtener ese dinero estaba dispuesta a perpetrar cualquier abominación. Incluso a traficar en la esquina de una escuela. ¿Tendría fuerzas para someterse al suplicio atroz de la desintoxicación? A veces, el amor es lo único que puede salvar a una adolescente del flagelo de la droga. Aparece un atisbo de esperanza para la salvación de Carol... La droga puede llamar a la puerta de cualquier hogar donde haya una chica con los problemas típicos de la adolescencia moderna. Este libro podría ser el testimonio autobiográfico de una drogadicta.