La república romana - Isaac Asimov

Hoy en día, parece que cualquiera vale para escribir un libro de Historia, tanto si sabes quién fue Julio César, como si conoces el imperio romano porque aparecía en el DVD de Gladiator. Esto suele producir libros que son puros refritos de estudios más serios, y acaban siendo un batiburrillo de ideas y metodologías diferentes que ni aportan ni aclaran nada. En conclusión, que uno acaba por no entender un pimiento.
Este libro, por suerte, no es uno de esos.
Quien haya leído a Asimov en Fundación o en El fin de la eternidad ya habrá notado que posee un cierto interés por la historia y su evolución. De hecho, a poco que sepa uno de historia antigua y medieval, en sus libros de Fundación se ven numerosos acontecimientos e incluso personajes que son puro "plagio" de la realidad. Y ese gusto por la historia se manifestó en una serie de libros cortos sobre el tema, que repasan desde los inicios de la historia de Roma hasta los Estados Unidos de mediados del sigo XX.
Asimov es buen escritor, y se le nota. Pretende escribir un libro para el lector medio, y lo hace excepcionalmente bien. Intenta reflejar muchas cosas en su libro: leyendas, anécdotas, la mentalidad de la época... poniendo a menudo por escrito no sólo los hechos, sino sus propias opiniones, lo que permite al lector comprender aún mejor el libro que lee.
Como si fuese una novela, Asimov comienza con las leyendas de la fundación de Roma. Encamina su libro hacia el nudo que representa la conquista del Mediterraneo y la derrota final de Cartago en la tercera Guerra Púnica. Y finaliza con la muerte de Julio César y la victoria de Augusto sobre Marco Antonio y Cleopatra. Incluso se da el gusto de poner un happy end, con la Pax Romana, y una breve reflexión del esplendor cultural de Roma, que ha llegado hasta hoy.

La república romana